miércoles, 15 de octubre de 2008

Cheer up, Gale!


Si hace unos días, Ana Torroja y Esther Arroyo tuvieron un aparatoso accidente de coche que acabó con la muerte de unos de los ocupantes; hace unos escasos minutos he recibido una llamada que me informaba de que ayer Gale Harold sufrió un grave accidente de moto. Al parecer, el diagnóstico de ayer no era muy halagüeño, pues no solo se había fracturado el hombro, sino que además su cerebro estaba hinchado por lo que permanace en observación a la espera de si presenta daños cerebrales (no soy estudiante de Medicina, pero no pinta bien esto último...).

Gale Harold ha rodado hasta el episodio 8 de la quinta temporada de Desperate Housewives, donde interpreta a Jackson, el nuevo novio de Susan. Marc Cherry ha declarado que "espera que se recupere del todo". Desde este humilde espacio, nos sumamos a su deseo. ¡Ánimo, Gale!
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viernes, 10 de octubre de 2008

My brainiac girls

Son inteligentes, guapas, algo frikis y responden a mi ideal de la chica perfecta. Ellas son:
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BRENNAN, Temperance. Una brillante antropóloga al cargo de un equipo de excelentes investigadores en el Instituto Jeffersonian que colabora con el agente Booth de la Unidad de Investigaciones de Homicidio del FBI. Además, es escritora de novelas policíacas, tiene un doctorado en algo así como "Modelos de vida alternativa en urbanizaciones residenciales" y ha trabajado en otros países desenterrando cadáveres de guerra, como en el caso de Guatemala. Su apodo es Bones ("Huesos") y le molesta que se dirijan a ella con este nombre. Se pirra por tener una pistola como la de Booth, le encanta llevar bisutería étnica y le han regalado un descapotable que tiene que aparcar en diagonal porque sino se le bolla. Domina el latín (entre otras muchas cosas), pero no sabe quien es Beyoncé o Colin Farrell. Se quedó huérfana a los quince años y durante un tiempo fue acogida por una familia adoptiva. Por ello, es algo brusca en el trato con los demás, no sabe relacionarse ni consigue empatizar con compañeros de trabajo o con las familias de las víctimas.


GILMORE, Rory. Ya en sus años preuniversitarios, nos deleita con sus refinados gustos literarios, hasta el punto de cargar en su mochila XXL con siete u ocho libros distintos para leer durante el trayecto en autobús. Sus años en la prestigiosa y elitista Chilton afianzan una extraña amistad con otra excelente estudiante llamada Paris. Los ataques de ansiedad de Rory antes del período de exámenes y sus capacidad de organización serían la envidia de la encargada de la agenda del mismísimo presidente de EEUU. Por ello, aunque su principal deseo es ser admitida en Harvard y aún pudiendo escoger a que universidad ir, al final se decante por Yale. Allí estudia Periodismo y, pese a un retraso en sus estudios motivado por un novio tonto, acaba la carrera a tiempo para graduarse en el cuarto año con todos los honores. Finalmente, es contratada por un diario online para cubrir la campaña de Obama. Su carácter es una amalgama de la locura heredada de su madre en constante pugna con su naturaleza responsable.

BRISTOW, Sidney. Tras siete años trabajado para lo que ella creía que era una rama secreta de la CIA, finalmente descubre la verdad y se convierte en espía doble para el SD6 y la Agencia. Ha estudiado Literatura en la Universidad y también prepara un doctorado en Historia. Domina como una docena de idiomas, tiene conocimientos de medicina, informática y electrónica y practica el King Boxing. De pequeña, dada su condición de niña superdotada, intervino en un programa estadounidense (más tarde robado por los rusos) para preparar futuros espías. Le gusta salir a correr y el empleo de pelucas variopintas. Sueña con recuperar a su hermana y a su madre y vengarse de Sloane por lo que le hizo a su prometido y a su mejor amiga en el pasado. Su padre y su actual novio trabajan con ella como espías del gobierno.

miércoles, 8 de octubre de 2008

Mothers (and Brothers and Sisters)

Mi familia favorita del momento (lo siento por los Darling, pero los Walter llegaron antes) volvió ayer a sus noches en Cuatro (el horario es de after hour para los que al día siguiente madrugamos...).

Nora, la capitana de ese navío de locos demócratas y republicanos, de bandera multicolor izada en todo lo alto y con sus camarotes repletos de crisis de pareja y enfermos de guerra, lidera al clan como una mandamás sin escrúpulos, cuyos sentimientos filiales pueden ser más peligrosos que una nave en manos de piratas y corsarios. Justin ya ha probado en sus propias carnes que es igual de temible la superprotección de una entregada madre como la recámara cargada del arma de un francotirador iraquí. Kitty también ha sido víctima (no del todo inocente) de esos tempestuosos arrebatos maternales de Nora que poco o nada tienen que envidiar a la furia desatada por la tempestad que azota al Pequod en Moby Dick. Solo Rebecca parece encajar y comprender las necesidades que reclama esa gran ballena blanca, mole aglutinadora de todas las madres crueles y desinteresadas, bondadosas y egoístas, contradictorias como todo lo que proviene de un sentimiento auténtico, y capaz de quebrar el buque insignia de EEUU (aunque su discurso en la entrega de los Emmy se vea cercenado por la piratería censora).

Del resto de personajes, poco merece hablar, pues Nora es el alma de la serie y sus retoños por muy interesantes que nos los pinten, siempre quedarán ensombrecidos por ella. De todos modos, añadiré que en los primeros capítulos, se echa de menos un mayor protagonismo de la genial Holly, quien de momento permanece en un segundo plano como mera comparsa de su hija, de Nora o de Sarah, quien, por cierto, ya se ha alzado como personaje antipático oficial de la serie (Tommy se lleva un año más el galardón al personaje insulso, así como Justin el de insoportable). Afortunadamente, Kitty y Kevin Walker siguen sosteniendo el buen pulso de la temporada pasada. La ambigüedad moral de Rebecca y la sugerencia ¿gay? de Saul (me refiero a esa extraña visita del amigo de mirada penetrante) anuncia buenos presagios, porque me gusta que Rebecca sea un poco Lolita y que los guionistas no insistan en emparejar a Saul con Holly porque no hay quien se lo crea. La vuelta de Scotty también es un factor que hace equilibrar la balanza hacia el lado optimista. Pero ¿por qué los personajes menos interesantes como Tommy o Justin son correspondidos con parejas tan poco interesantes, mientras que Kitty y Kevin tienen parejas prometedoras (en un sentido estrictamente narrativo, por supuesto)? De no ser así, Joe y Julia serían algo más que simples fantasmas que propician quebraderos de cabeza y malhumor a sus respectivas parejas para empezar a vivir su propia vida y conseguir que nos interesaramos un poco más por ellos. El caso de Julia es un claro ejemplo de desperdicio de una buena idea. ¿Estarán sobrados de ellas?
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sábado, 4 de octubre de 2008

5 years ago, there were 5 desperate housewives

El tiempo corre como el viento, hace estragos, pasa de prisa y hasta todo lo cura, pero que bien te sienta si eres una "desesperada". Y es que las vecinas de Wisteria Lane han llegado en plena forma tras cinco años sin saber nada de ellas: Bree ha iniciado una prometedora carrera como autora de libros de cocina, Lynette tiene que hacer frente a unos hijos adolescentes, Gaby ha perdido la seguridad que le producía sentirse una mujer sexy y se está adecuando a la maternidad con Juanita y Celia, y Susan vive secretamente un affaire con un tío más joven que ella, al tiempo que se acostumbra al nuevo rumbo que ha tomado su relación con Mike. Sin embargo, a quien mejor le ha sentado este largo retiro es a Eddie. Además, su inquietante marido parece gozar de un extraño influjo sobre ella. ¿Con qué artes habrá logrado amansar a esta exótica gata de afiladas y ponzoñosas uñas? Lamentablemente, resultan demasiado obvias (o eso creo) las intenciones que han traído a Dave hasta Wisteria Lane. ¿Existe alguna razón para que se de esta obviedad? Sin lugar a dudas, el momento más esperado de la temporada será la reacción de Eddie al verse utilizada y engañada por Dave en su particular venganza.
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No obstante, a pesar todas estas alabanzas a las "desesperadas" y la buena premisa de su salto temporal, el primer capítulo de la nueva temporada acarrea con las desventajas de todo piloto. Debido a este salto que genera dudas sobre que es lo que pasado en este tiempo, Marc Cherry se ve obligado a presentar a sus personajes como si fueran unas desconocidas y, en un primer momento, el espectador incluso puede llegar a creer que no reconoce a esa Gaby desaliñada o a la antaño romántica Susan echando una cana al aire con un yogurín. Pero esto resulta engañoso porque a los pocos minutos uno se da cuenta de que son las mismas "desesperadas" de siempre y entonces la serie recupera su ritmo habitual y las situaciones se tornan reconocibles, aunque Gaby haya cambiado sus Jimmy Choo por unas deportivas: gran momento el de ésta y Juanita y el autobús.

Se rumorea que se producirá una muerte en esta temporada y todos apuntan a que será la de la hijastra de Lynette. Dejadme que haga mi apuesta -y espero equivocarme por la simpatía que me despierta el actor-: Gale Harold morirá a manos de McDonough, aunque aquel no sea su objetivo. Espero equivocarme y que la palme la insoportable primogénita de los Scavo. De momento, intuyo una agonizante trayectoria para Harold dentro de la serie.
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