domingo, 14 de febrero de 2010

The Walkers: We Are Family (maybe ones more than others)



Los Walker predican el viejo dicho de "donde comen dos comen tres". La familia va sumando nuevos miembros (Rebecca, Scotty, Robert, Ryan, dos nietos) a los miembros nucleares (Nora, Kitty, Kevin, Justin o el tío Saul). Y algunos de estos miembros nucleares, en especial Tommy (aunque también Sarah en menor medida), pueden abandonar el hogar de los Walker por varios capítulos, sin que notemos excesivamente su ausencia. Coincidiendo con mis Walker favoritos, Nora, Kitty y Kevin se erigen de este modo como la tríada familiar que protagoniza la mayoría de los mejores momentos. Su importancia se refleja también en lo enjundioso de sus tramas. Éstas ensombrecen las historias de los demás miembros que, lejos de dar como resultado un guión desigual, se convierte en una fabulosa dramedia donde unos desempeñan sus roles de actores principales, mientras que los otros funcionan como perfecta comparsa.


Es poco probable que a estas alturas del partido haya algún seguidor de la serie que no haya llegado a esta conclusión: la enfermedad de Kitty y su salto a la primera línea política o las tentativas de Kevin y Scotty para tener un hijo, así como los trances del primero como mano de derecha del senador McCallister, no pueden ser comparados con los idilios de Sarah o la intermitente historia de Tommy y Julia. Como tampoco pueden ser comparados los problemas de Holly en Ojai con los dimes y diretes de su hija y Justin (¡que lo fichen en Grey's Anatomy y vuelva Tommy...!). Una cosa queda clara: como en todas las familias, los padres-guionistas de Brothers & Sisters también tienen sus propios ojitos derechos.
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