domingo, 5 de septiembre de 2010

Haven: Cirque du Freak



La lectura de las novelas y relatos de Stephen King han copado muchas de las noches estivales de sus fans, por ello que una serie como Haven de la cadena SyFy, inspirada en el relato The Colorado Kid, resulte un arreglo si no perfecto, al menos si bien acogido, para aquellos que pasan sus largas noches toledanas a causa del calor, los mosquitos o un aburrimiento mortal, especialmente ahora que el verano da sus últimos coletazos y la euforia de las primeras semanas estivales parece dar de bruces contra la realidad de la vuelta a la normalidad. Y normalidad es lo que también parece faltarle al pueblo de Haven, un recóndito lugar anclado en alguna costa de Maine (¡cómo no!), con su desfile de lugareños enigmáticos e inquietantes, todo muy al estilo king. Un agente del FBI, Audrey Parker, huérfana, lectora de literatura vamp y comprometida con su trabajo, es enviada a Haven para investigar un caso rutinario. Pronto, descubrirá que los habitantes de Haven esconden secretos y habilidades que se escapan a la razón.


En el piloto podemos rastrear muchos de los elementos típicos de la obra de King: la niebla, lugareños excéntricos y misteriosos, canciones de la música popular ("Love Wil Keep Us Together", que se repite en varias ocasiones, perfectamente ensamblada), el Estado de Maine, lo sobrenatural... ¡Y hasta dicen que a Stephen King le ha gustado el resultado! Cierto es que a pesar de lo anodino del primer caso, Haven cuenta con poderosas razones para enganchar al personal. La primera de todas ella es Emily Rose, su protagonista, quien, ya solo por compartir nombre con la Emily Rose de la cinta de terror de Scott Derrickson, parece ser la candidata idónea para levantar las alfombras de los vecinos de Haven y ver qué esconden. El triángulo amoroso que forma con Nathan Wournos (Lucas Bryant) y Duke Crocker (Eric Balfour) puede resultar muy jugoso si los dos actores logran superar su extremada sosez y su excesiva simpatía, respectivamente. Existen esperanzas depositadas en el primero, si los guionistas y él mismo consiguen reproducir escenas como las del accidente de coche, el rescate de la Rose por Bryant y la tensa y magnética situación que se desarrolla a continuación y que más tarde solo echamos en falta. Con un auténtico tour de force en la trama personal de estos tres, es decir, el aprovechamiento del vacío en el pasado del personaje de Audrey y su posible vinculación al caso sin cerrar del Colorado Kid o un desarrollo interesante de la insensibilidad congénita al dolor que sufre Nathan, es posible que estemos ante un producto más que decente. Solo es necesario que el trío protagonista responda positivamente al acierto de un escenario dramáticamente sugestivo y el atisbo de un secundarios bastante prometedores. Esto, y unos casos de la misma espectacularidad visual que su piloto y puede que verdaderamente Stephen King acabe satisfecho con la versión televisiva de The Colorado Kid.
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lunes, 24 de mayo de 2010

Live together, die together.



Retomo este blog, sin saber por cuánto tiempo durará esta vez mi incursión, en medio de un vendaval de exámenes y trabajos finales para dedicarle un post a la que es presumiblemente la mejor serie de la década o incluso, quizá, la de la historia de la televisión, a tenor de su peso como revulsivo de Intenet y la dimensión estratosférica del fenómeno fan. No todo en la isla ha sido, no obstante, perfecto ni ha estado a la altura, y ésta es una obviedad que debe aceptarse como resultado natural de un producto desarrollado y macerado durante tan largo tiempo. Las incoherencias del guión, las deliberadas ambigüedades de esta última temporada, los flecos narrativos demasiado accesorios o un trasfondo mitológico hipertrofiado que ha dado bandazos en ocasiones no debería enturbiarnos la vista y transformarnos en un jurado severo e inflexible. No es todo esto, lo pretendidamente grande, lo que enaltece a Perdidos, sino sus aciertos más micros lo que la acercan a la excelsitud. Esto es el mimo constante a la evolución de los personajes; imágenes fugaces o escenas que quedarán grabadas en nuestra retina por mucho tiempo; o la profusión de lugares comunes en forma de referencias literarias o cinematográficas, símbolos autoreferenciales que se convierten en cálidos guiños. También hay otros grandes aciertos como unas localizaciones estupendamente fotografiadas, el brillante uso de flashbacks (y más tarde flashforwards y flashsideways) o una música y sonido cuidados al detalle.


El Finale, con todas sus veleidades e inconsistencias -y aquí empiezan los spoilers- ha sido un buen modo de cerrar la escotilla: que sus creadores hayan decidido dar el carpetazo definitivo a Perdidos nos apena sobremanera. Los sobrevivientes del vuelo Oceanic 815, destino Los Ángeles, cuyas vidas estaban marcadas por la soledad y la desdicha, ha encontrado finalmente un sentido que encauzase sus pasos. Los infelices pasajeros enmiendan su vida al dotarla de significado, tal y como atestiguan las reitaradas anagnórisis que se van produciendo en la otra realidad entre los personajes que contribuyeron en su búsqueda de la felicidad en la isla: por poner algún ejemplo, el encadenamiento de sucesos fatales en la isla y fuera de ella lleva a Kate a enamorarse de un buen hombre (Jack) y a vivir la gratificante experiencia de ser madre con Aaron (aunque sea temporalmente). De esta manera, las viejas heridas del pasado, sobre su violento padrastro y su poco amorosa madre, cicatrizarán, respectivamente, en esa isla que necesita tanto de ellos, como ellos de ese enigmático rincón del mundo. Otro tanto se podría decir del torturado Jack que se conciliará con su padre o el invisible de Hurley que conseguirá el valor suficiente para convertirse en alguien.


Todas las dudas sin resolver dentro de la mitología lostiana dejan de tener importancia y ocupan el lugar de segundón que le corresponden: ésta es una serie de personajes, no de grandes tramas o teorías filosóficas o místicas, aunque a menudo se sirva de ellos. Y, sin embargo, me apetece explorar, ni que sea brevemente, la última revelación del capítulo: la verdadera naturaleza de esa otra realidad, que no alternativa o paralela, como barruntábamos. Esa morada de almas (Jack, Locke, Kate, Sayid, Sun, Jin, Charlie, Claire, Juliet...) y ángeles (¿Hugo, Ben?), a modo de purgatorio, donde para poder acceder a la felicidad plena debes invertir parte de la premisa lostiana "Vivir juntos, morir solos". La idea de que en un espacio atemporal, Jack, como ya lo hicieron otros antes y después que él, sea arropado en el momento de su muerte y la transición a otra vida por los que compartieron la parte más importante de su vida, es, como mínimo, consoladora a efectos existenciales. Que su muerte en la isla, mientras observa como su vida se ha dotado de sentido, al contener la maldad (misión macro) y conseguir que su hermana se reuna con su sobrino (misión micro), esté velada, además, por Vicent, el perro de Walt, es un golpe certero para el conducto lagrimal del personal. Tener la certeza de que al final del camino te están esperando caras amables y familiares es el obsequio que Perdidos nos ha ofrecido como despedida.
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domingo, 14 de febrero de 2010

The Walkers: We Are Family (maybe ones more than others)



Los Walker predican el viejo dicho de "donde comen dos comen tres". La familia va sumando nuevos miembros (Rebecca, Scotty, Robert, Ryan, dos nietos) a los miembros nucleares (Nora, Kitty, Kevin, Justin o el tío Saul). Y algunos de estos miembros nucleares, en especial Tommy (aunque también Sarah en menor medida), pueden abandonar el hogar de los Walker por varios capítulos, sin que notemos excesivamente su ausencia. Coincidiendo con mis Walker favoritos, Nora, Kitty y Kevin se erigen de este modo como la tríada familiar que protagoniza la mayoría de los mejores momentos. Su importancia se refleja también en lo enjundioso de sus tramas. Éstas ensombrecen las historias de los demás miembros que, lejos de dar como resultado un guión desigual, se convierte en una fabulosa dramedia donde unos desempeñan sus roles de actores principales, mientras que los otros funcionan como perfecta comparsa.


Es poco probable que a estas alturas del partido haya algún seguidor de la serie que no haya llegado a esta conclusión: la enfermedad de Kitty y su salto a la primera línea política o las tentativas de Kevin y Scotty para tener un hijo, así como los trances del primero como mano de derecha del senador McCallister, no pueden ser comparados con los idilios de Sarah o la intermitente historia de Tommy y Julia. Como tampoco pueden ser comparados los problemas de Holly en Ojai con los dimes y diretes de su hija y Justin (¡que lo fichen en Grey's Anatomy y vuelva Tommy...!). Una cosa queda clara: como en todas las familias, los padres-guionistas de Brothers & Sisters también tienen sus propios ojitos derechos.
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domingo, 4 de octubre de 2009

No swans, thank you!






Parece que lo que no consiguió un jefe atractivo, capaz de inspirar suspiros y transpiraciones que no entienden de márgenes generacionales, lo va lograr el intento de recuperar una audiencia para una serie que no levanta precisamente pasiones en su última temporada. El cambio de look de Betty is coming.

Todos aquellos que nos vanagloriamos (como si la gran empresa de producir esta serie fuera también cosa nuestra) de que Ugly Betty se desmarcase de sus predecesoras y nos presentase a una secretaria con una vida amorosa ajena al ajetreado historial amoroso de su jefe playboy y con sus pequeños y grandes triunfos en "Mode" sin la presión de tener que pasar más tarde o temprano por Garren Nueva York para un corte de pelo y unas ondas, estamos a punto de arrancarnos los ojos como si fuésemos una revisión cool y bien vestida de un Edipo ante la vorágine anulapersonalidades de Manhattan. La conversión de Betty a cisne se ha constituido, no como la dulce y largamente acariciada espera de las cartas de admisión de la universidades (en su versión cañí, el momento en que uno entra en la web de turno para comprobar si ha sido aceptado o no), sino más bien como la temible y largamente aplazada visita el dentista. En la primera espera nos regodeamos ante la desasosegante incertidumbre de si veremos cumplidos nuestros sueños de formación académica y a la postre independencia, lo que se acaba tornando en una sensación dulce; en el segundo caso, los miembros se nos agarrotan porque tenemos la certidumbre de que la intervención será a todas luces dolorosa.

Si los pronósticos y los deseos de la ABC de renovar la serie se basan únicamente en un simple proceso de embellecer a nuestra Betty, podrían acabar con lo que todavía hoy es el rasgo diferenciador de esta serie y, quizá, incluso su misma esencia. Si sus altas cabezas pensantes creen que hacer un peeling a su protagonista es similar a volver a dotar de frescura a la epidermis de sus guiones es que quizá se perdieron la clase de escritura creativa en la facultad por pedir hora en la peluquería aquel día. En este flagrante caso, el canto del cisne está desprovisto de cualquier lirismo: si el animal produce ese ronco sonido no es porque se esté haciendo justicia poética, sino porque lo están ahogando cruelmente en un baño de cera caliente.
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domingo, 27 de septiembre de 2009

No more good days, really?



¡Es una lástima que la delicatessen de la temporada sea, sin embargo, un producto tan perecedero! Consumir preferentemente antes de los seis meses. Fecha de caducidad: 20 de abril de 2010, entorno a las diez de la noche (hora de la costa Pacífico). Fijar con tanta precisión la fecha en la que se revelará lo qué pasó y por qué pasó dificulta la misma continuidad de la serie. Los guionistas van a tener que ideárselas para renovar las expectativas de los espectadores, al modo de los brillantes padres de los losties.


La premisa de la serie es a todas luces original. Su primeros minutos son espectaculares sin lugar a dudas. El desarollo de la trama prometedora. Los personajes, totalmente atractivos (especialmente Penny, ahora Olivia, quien arrastra ese halo enigmático de la isla; el agente Dimitri Noh y su no-sueño premonitorio y Nicole, esa estupenda nanny). Joseph Fiennes, para quien ésta es su primera serie, tiene todavía esa frescura seriófila que le lleva a actuar como si estuviera haciendo una película, confiriéndole a la serie una falsa magnitud ("falsa", porque de todos es sabido que la serie estadounidense supera con creces el grueso de la cinematografía norteamericana en los últimos años). No obstante, allí está Fiennes, un actor que nunca me ha apasionado, poniendo toda la carne en el asador en este primer capítulo. Si sigue en esta linea, conseguirá cuotas interpretativas que le pueden llevar como poco a una nominación a los Emmy. Al contrario de Zachary Knighton, el guapo de Bryce, quien a pesar de tener un personaje con suficientes motivaciones para convertirse en un personaje con enjundia, deja al espectador en este primer capítulo indiferente: en definitiva, nos da igual si hubiese acabado apretando el gatillo antes de la desconexión general. Solo la indefinición de su sueño premonitorio, que no llegar a describir, resulta algo alentadora. No descarto que se acabe conviertiendo en uno de los personajes más interesantes, a pesar del poco aplomo inicial.


Quedan muchísimos frentes abiertos, tales como si hay más personas en el mundo que no perdieron el conocimiento durante esos 2 minutos y 17 segundos y cuál es el papel que juegan en este macropuzzle. Pero además... ¿Puede que no todos los sueños se complementen y que incluso algunos se contradigan aparentemente? ¿Qué es lo que desencadenará la visión de cada uno de los sueños premonitorios? ¿Realmente está viva la hija de Stan Wedeck? Y si esto es así, ¿que función tiene en todo esto su falsa muerte? Por el momento, hay algo que ya podemos asegurar: la verdad será revelada en seis meses y que, mientrastanto, no habrán más días buenos para nuestros protagonistas. Y es que si hay un verdad irrefutable en el mundo empírico es que los niños como Charlie no mienten... ni los borrachos, como nuestro protagonista, tampoco.



lunes, 7 de septiembre de 2009

Harper's Island: One by one


Vender esta serie como una suerte de obra deudora de Ten little niggers resulta tan atrevido como acribillarle despiadadamente por ser demasiado predecible. La respuesta exacta a estas dos posturas que han tomado la mayoría de críticos en la red es la misma: se trata de una slasher, y como tal, se mueve de acuerdo con los códigos de una slasher, punto y pelota. Es decir, ni tiene la personalidad suficiente para codearse con la obra de la prolífica novelista ni tiene tantas pretensiones como para que se convierta en blanco de escarnio televisivo por cumplir aquel viejo refrán de quiero, pero no puedo. Si acaso sus únicas pretensiones son las de estrenar un género en un soporte televisivo, la miniserie, que hasta el momento había vivido al margen de carnicerías sangrientas.

Ya rezaba la cortinilla de CursivaHarper's Island aquello de: One by one. El único interés narrativo pues es conocer el orden de los asesinatos y el momento y el lugar donde éstos se producirán, así como tratar de adivinar si Mengana será cercenada en dos pedazos o si Fulano morirá de un disparo de rifle. Los motivos del asesino, e incluso me atrevería a afirmCursivaar que, la misma identidad del asesino quedan rezagados a un segundísimo plano. Esto no justifica, por eso, el poco elaborado final. Sin embargo, aunque algunos flecos sueltos salten a la vista, no acaban de resultar molestos: los guionistas han tratado de ser tan prudentes para no revelar antes de tiempo quién es el verdadero asesino hasta los tres últimos capítulos que cuesta rastrear detalles a lo largo de la serie que apunten hacia él como sospechoso y que dejen entrever la inestabilidad mental que justifique todas esas muertes. Pero como propugnaba al principio del post: ¿a quién le importa que el asesino finja a la perfección estar cuerdo si el reguero de sangre que deja tras de sí es espectacular?

Para acabar (es un arduo trabajo el escribir sobre una serie en la que se cometen asesinatos sin desvelar la identidad del asesino y los asesinados) siendo justos, parece necesario reconocerle un par de aciertos más: combinar las muertes llevadas a cabo por el asesino con aquellas que se producen accidentalmente; no mostrar en todo su recrudecimiento la mayoría de las muertes; apostar por la miniserie, cuya duración permite que personajes como el de Chloe, que en otros formatos se convertirían irremisiblemente en tópicos com el de la rubia tonta y sexy, se erijan en personajes amables y hasta entrañables; introducir una niña, Madelaine, que, en lugar de entorpecer la narración, enriquezca la serie y intensifique el ambiente inquietante y sombrío de la isla; alejarse de ciertos maniqueísmos farragosos y presentarnos a personajes que basculan entre el bien y el mal en algún momento dado; escoger a una prota que recuerde vagamente a Neve Campbell, última reina del género junto a Courtney Cox-Arquete, así como a Christopher Gorham (el ex de la fea America Ferrera) ; la inserción de los últimos minutos que nos trasladan de nuevo a los instantes previos al comienzo de la pesadilla cuando la esperanza y las botellas de champán corrían a raudales todavía a borde del yate. ¡Viva los novios!
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jueves, 15 de enero de 2009

The Long Shadow of Nazi Terror in El internado


La genialidad del capítulo final de El internado se puede cifrar en el acertadísimo juego de ir señalando con la pistola de Paula, quien cambia la de juguete por una de verdad escondida en la cómoda de su profesora Amelia, poniendo de manifiesto la incertudimbre que sentíamos los telespectadores sobre qué personajes estaban predestinados a morir. Los responsables de la serie nos habían prometido un baño de sangre, así que parecía una buena idea ir apuntando a los diferentes personajes de la serie con la pistola y de paso dejarnos con la boca abierta y con el aliento congelado en el aire. Cabe decir que los guionistas no supieron sacar provecho a la misma en un momento catártico final, sino que como la tarta de cumpleaños que se saca antes de tiempo, la pistola acaba teniendo una fin mucho más prosaico. Sin embargo, el momento catártico final llega, la luna se tiñe de rojo en el internado y las premoniciones más negras se cumplen irremediablemente.

El capítulo comienza en buena forma, no se andan con memeces y observamos a sus protagonistas corriendo arriba y abajo por los pasillos o campo a través; cambiando de habitación mientras llevan a cabo amenazas o intentan atar cabos y, por último, precipitándose todos hacia un final trágico: Iván y Julia huyendo de su captor; María, Toni y Jacinta amenazados por miembros del Proyecto Géminis; Fermín, cegado por la venganza, a punto de culminar su misión; Lucas y su padre tratando de despistar al destino; y los otros chicos del grupo adentrándose en el recinto secreto de la capilla. Los guionistas han realizado una gran labor al engarzar las distintas escenas en su sucesión de clímaxs, descubrimientos y hasta la largamente esperada anágnorisis, como si de un tragedia griega se tratase: ¡Por fin Iván descubre que María es su madre! Las voces televisivas que se lamentaban semana tras semana que El internado proporcionaba pocas revelaciones acumulando secretos y misterios deberían estar de celebración esta noche. Torné, uno de los grandes descubrimientos televisivo de los últimos años, elegante y sobria, protagonista de los últimos Archivos secretos de la temporada y de uno de los primeros secretos de la serie, se descubre (o más bien la descubren) como la madre biológica de Iván. También se destapa la implicación de Joaquín Fernández -el padre de Elsa- en los crímenes perpetrados en la Laguna Negra. Y finalmente hace su aparición el señor Novoa -el padre de Marcos- aparente víctima de un naufragio y recogido por una pareja de pescadores griegos... -a más de uno seguramente le dieron ganas de gritar Mama mia!-. ¿Se podía pedir más? Quien responda que sí es que nunca ha visto Lost. Y, sin embargo, la serie nos tenía preparados un último descubrimiento: el despliegue de la tela con la esvástica nazi. Al ver el mobiliario propio del Medievo me había dado un vuelco al corazón, ya que por un momento pensé que el rumbo que iba a tomar la serie era el de una novela de misterio sobre los templarios.


La temporada se cierra y deja muchas preguntas en el aire: ¿Fermín está realmente muerto? ¿Cómo encararán el nuevo giro que ha dado la vida para María e Iván, ahora sí, madre e hijo? ¿Qué pasará con Héctor para que acabe finalmente en una silla de ruedas? ¿Cómo tomará las riendas del internado Noiret ahora que la sombra del exdirector no es una amenaza? ¿Cómo afectará a Elsa la muerte de su padre y lo ocurrido con Héctor? ¿Qué grado de responsabilidad recaerá en Jacinta y el padre de Lucas tras el asesinato? ¿Cuál será el siguiente paso de los chicos tras el último descubrimiento? ¿Cuándo y cómo se incorporará el Sr. Novoa a la trama de El internado? ¿El Proyecto Géminis busca crear la raza aria a partir de gemelos manipulados genéticamente? Confíemos que Gonzalo de Castro, Natalia Verbeke y María Esteve pongan toda la carne en el asador para que la espera sea mucho más amena, mientras los chicos de El internado regresan a las noches de Antena 3.
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miércoles, 14 de enero de 2009

Ill-fated Matins


A pesar de hallarse de celebraciones por las 1000 emisiones, el programa matutino Matins (perdonad la redundancia), liderado por el periodista Josep Cuní, ha vivido una de las semanas más tristes por dos motivos distintos. Este lunes muchos de nosotros tuvimos conocimiento in live de que Pilar Rahola, habitual colaboradora de Matins y también de ese engendro con ínfulas de seriedad y rigor informativo supuestamente centrado en temas de actualidad y no de golerinpopón -el formato estrella de la cadena que combina afán de goler en la vida de los demás y luego emplear la técnica mamporrera, este último término acuñado por SQLH- estaba recibiendo numerosos emails donde era amenazada por su posicionamiento y activismo prosinoista. Además, denunciaba que en la manifestación del pasado sábado en Cataluña se repartiesen cientos de revistas que contenían un artículo donde se señalaba a Rahola y otras figuras destacadas de Cataluña (Jaume Renyer, Joan B. Culla, Lluís Bassat, Miquel Sellarès y Vicenç Villatoro) defensores y hasta cierto punto responsables del genocidio que está teniendo lugar en Gaza. También criticó la impunidad con la que un encapuchado con pistola de plástico -según los Mossos en su declaración para Matins- se paseó entre los manifestantes. Aguijoneada por Cuní, Rahola explicó la desagradable situación que está viviendo actualmente, acusó a algunos fascistas de izquierdas de apoyar esta campaña de difamación y aseguró, por último, que continuaría expresando sus ideas con valentía y convencimiento. Hoy nuevamente el tema de las amenazas a Rahola ha sido tema cadente al llegar dos nuevos emails a la cadena de TV3. Uno de los emails contenía la foto de una Rahola ostentando una estrella de David en el brazo e iba acompañado de la siguiente sugerencia: "Si la véis, felicitadla: esta semana cumple 800 muertos". Aunque el otro email poseía un enlace a la web de la plataforma Aturem la guerra!, Cuní ha puntualizado que se desconocía si el email pertenecía a la misma. Por su parte, Rahola ha exigido un comunicado de la plataforma donde se pronunciara al respecto, por lo que algunos miembros de Aturem la guerra! han expresado su rechazo a título personal y han condenado este tipo de correos.

Por otra parte, la fiesta que celebró ayer el programa en el Liceu estuvo teñida de negro al morir una de las asistentes al evento. Una señora de Sant Carles de la Ràpita se desplazó hasta Barcelona para asistir a la celebración. Cuando estaba a punto de incorporarse a la cola y entrar en el Liceu, dio un traspié y fue atropellada por una fugorneta, muriendo en el acto. Hoy el programa ha expresado su profunda aflicción por este trágico suceso y mañana acompañará a la familia durante el entierro.
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martes, 13 de enero de 2009

Prison Aida


Aída deja el barrio, dejando la casa por barrer, pero (¡eso sí!) a lo grande: "Si me queréis, IRSE". El asesinato de su yerno, de clara evocación almodovariana (véase Volver), a golpe de plancha por la madre coraje de la serie, provocará que ésta de con los huesos en la cárcel, explicando así su desaparición de la serie. Su despedida, entre lo emotivo y lo gamberro, con ese final metatelevisivo (las palabras de Aída a su hermano) y esas palabras de agradecimiento a sus compañeros-vecinos que translucen más sobre la actriz (Machi) que sobre el personaje, ha sido el que se merecía una serie de una trayectoria tan exitosa como la suya. Se va dando el relevo a su hija Soraya, aunque el auténtico legado recaiga en las manos de Aidita, quien muy probablemente consiga rellenar el hueco de su abuela en cuanto los guionistas dejen respirar al personaje, en lugar de buscarle frases ocurrentes cada vez que abre la boca. La materia prima está allí. El futuro de Soraya no parece en cambio tan halagüeño. A Ibarguren le va a hacer falta algo más que gritar como una poligonera para ponerse a la altura de sus compañeros. De momento, habrá que esperar a que el dramatismo que ha arrastrado el personaje con su irrupción en la serie, todo lo relacionado a los malos tratos, permita revelarse al personaje y demostrar su vis cómica, así como una mayor envergadura psicológica.
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sábado, 27 de diciembre de 2008

Daniel Craig is BOND.. Fuck'u!


(Advierto que ninguna de las críticas leídas pertenece a bloggers lectores de este blog. De modo que si alguien se siente aludido, le pido disculpas por adelantado y le pido también que perdone las licencias que me tome motivado por mi tono fervoroso.)
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¡Que abunden malas críticas de Quantum of solace en webs y blogs no me inquietaría tanto si no fuera porque en ellas se repiten no solo las ideas que argumentan su discurso y posicionamiento, sino también las mismas frases, las mismas fórmulas retóricas y las mismas comparaciones en sus críticas! Y, entonces, me pregunto alertado: ¿se debe al simple plagio entre blogguers demasiado holgazanes o al miedo a desmarcarse de la gran masa crítica (de las vacas sagradas de internet) y la consecuente necesidad de adoptar su misma opinión como si fuera propia para sentirse uno más? ¿Cuántas veces es necesario que se reiteren las influencias de la saga Bourne en el nuevo Bond? ¿O que los puristas bondinianos lamenten la ausencia de gadgets como si fuera el fin del mundo? ¿O que repitan palabra por palabra lo que se puede leer en (por poner el caso) Cinemanía acerca de lo rápido que están rodadas las escenas de acción? ¿O que se comente hasta la extenuación la gran cantidad de escenas de acción que tiene Quantum of solace respecto a Casino Royale (también podéis rastrear esto mismo en revistas especializadas)? Es como si en su momento, hubiese aparecido algún listillo cinéfilo sorprendiéndose de que la segunda parte de El señor de los anillos contuviera mucho más escenas bélicas que la primera... Por poner un símil... ¿Qué primera parte -y Casino Royale debe considerarse desde el plano narrativo una primera parte- no invierte más tiempo en presentar a los personajes que en ocuparse de sus aventuras? De acuerdo. Casino Royale no mostraba ningún Hobitton ni nada por el estilo y tampoco cuenta con una galería tan amplia de personajes, pero debía poner en solfa y fijar algunas relaciones fundamentales en la saga, como la de M con Bond. Debía mostrar porque -tal y como cantaba Chris Cornwell en el fantástico opening de Casino Royale- "corre la sangre más fría por mis venas".


Resulta igualmente divertido comprobar cuán frágil es el castillo de naipes que constituye toda su crítica de Quantum of Solace. Que esta película es una obra menor respecto a su predecesora es algo que cabía esperar. Pero esto no se debe a ninguna de las razones que puedan objetar con tanta despreocupación. Hay algún avispado que escribe sobre la publicidad encubierta de Quantum of solace (Sony, Coca-Cola, Heineken, Ford...) y con ello pretende revalorizar a Pierce Brosnan como agente modélico. Con ello, también etiqueta a aquellos que nos gusta la saga Bond desde la irrupción de Craig como a una generación consumista que prefiere que se lo de todo hecho (en un sentido estrictamente cinéfilo). Sin embargo, no estaría de más que repasaran otros títulos pre-Craig para darse cuenta de que el product emplacement no es resultado de la nueva reformulación del mito Bond. Die Another Day de Pierce Brosnan era llamada con sorna Buy Another Day por su gran cantidad de anuncios encubiertos. Otro blanco de las críticas ha sido la elección del tema principal. Parece ser que Alicia Keys no es del gusto de muchos y que la elección de ésta y del tema musical, en contraste, eleva el valor de la interpretada por Chris Cornwell, como si no lo hiciera ésta por sí misma. Sienten también no reconocer al Bond de antaño en ninguna de sus one liners, ni en enemigos de barroqueizantes nombres, ni tan siquiera en lubricantes escenas de sexo. Están tan preocupados en aquello que falta que son incapaces de ver aquello que sí contiene. ¡Hasta se quejan de que no les pongan en precedentes lo suficiente! Y yo les lanzo la siguiente sugerencia: ¿Y si se molestan en ver o refrescarse la memoria viendo de nuevo Casino Royale? Parece ser que los minutos en los que René Mathis o la propia M sacan a relucir lo ocurrido con Vesper para tratar de disuadir a Bond de que abandone esta ciega venganza o la foto de Vesper que aparece en varias ocasiones antes de redención final no es suficiente. Quizá esperaban que al principio de Quantum of Solace se hiciera un repaso al modo de Lost, por ejemplo, de lo ocurrido con anterioridad. Y, por si fuera poca la desvergüenza, llego a leer incluso que una auténtica chica Bond no debería tener jamás la espalda quemada como ocurre con Camille (Olga Kurylenko). ¿De verdad queremos una película de Bond tan machista?


Es verdad que a la película le falta algo de la elegancia y el agudo humor de la primera, pero después de perder a la fabulosa Vesper, ¿quién puede esperar que vista impecablemente bien y que nos deleite con sus one liners olvidándose por completo del ángel que dejó hundiéndose en los canales venecianos? El personaje reacciona tal y como se espera que lo haga alguien de su carácter en su lugar. El Bond cerúleo de otros títulos mitólogicos de la saga, en los que pierde a la mujer, cuando ésta todavía está haciendo la digestión del pastel nupcial, y parece no importarle a nadie, empezado por el propio Bond, ya no tiene lugar en la nueva orientación que tomo la saga hace tres años atrás. Personalmente, y tomando a las chicas Bond, como representantes de las distintas etapas de la saga, ante la ausencia de nuevas Ursulas Andrews, prefiero a una inolvidable Eva Green como Vesper que a una simplona Denise Richards como cebebrito... eso sí que es imaginativo y no el carácter visual de las escenas de acción de esta entrega. El ritmo de las escenas de acción, los desenfoques, la sucesión adrenalítica de imágenes no hacen más que incidir en ese ciego movimiento de un James Bond en busca de venganza. Para aquellos que desconfíamos de aquellas personas perfectas en todos sus sentidos, es un gustazo que Bond, ni que sea por una vez, se rebaje al nivel de un Charles Bronson. Quizá así entendamos mejor al Bond sin mácula en el traje y entregado completamente a los placeres de la líbido.


martes, 9 de diciembre de 2008

Frenzied Fringe


Alguien le debía una favor a Joshua Jackson, quien ha pasado de ser el tonto del pueblo a un joven con un coeficiente de 190, 50 puntos por encima de lo que se considera "superdotado". De hecho, es su nuevo personaje y el padre de éste lo mejorcito de esta galería de personajes con enigmático pasado e incierto futuro. La relación entre el Doctor Bishop (ese híbrido entre Einstein y Frankestein, de tan larga tradición en el cine y la televisión) y su hijo Peter (podría llamarse perfectamente Will Hunting) produce los momentos más distendidos de lo que promete ser un trama bastante intrincada. Y se agradecen, al menos hasta el momento que finalice la otra serie de J. J. Abrams y podamos liberar nuestro disco mental de experimentos y conspiraciones de magnates. Incluso quizá entonces podamos reutilizar las carpetas " Widmore Corporation" y "Dharma Iniciative" por "Massive Dynamic" y "Fringe Science", respectivamente, sin necesidad de crear unas nuevas. Por su parte, la agente Olivia Dunham, ligada a la investigación por un dramático episodio amoroso donde los temas estrellas son "traición" y "pérdida" (¿alguién dijo Sidney Bristow?), tiene cierto encanto heredado de su parecido con esa dama de la interpretación llamada Cate Blanchett. Por el momento, ofrece una actuación solvente a la altura de su oponente fémina, la todopoderosa y misteriosa Nina Sharp.
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Estas continuas referencias a sus obras anteriores y el bueno manejo de los elementos propiamente abramianos (la reiteración de ciertos temas o la abundancia de subtramas), supone la madurez alcanzada con Lost y el afianzamiento de un sello renoconible por el público. La constante renovación de J. J. Abrams forma parte de su misma marca. Por ello, Fringe resulta tan familiar y soprendente a la vez.
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martes, 25 de noviembre de 2008

A True Blood Transfusion Saves the Genre


True Blood debe ser el producto encargado de quitar ese mal gusto de boca que ha dejado a muchos vampirófilos Moonlight. Es el hermano aventajado que sabe sacar partido de los errores, pues la sangre corre aquí inteligentemente a gusto de un público afín al género y aquel que no es tan afín también. La serie oscila entre el estilo pulp de cierta calidad y una trasnochada serie B que, sin embargo, parece funcionar bien a tenor de la moderada recaudación de productos de igual factura como Death Proof o la más exitosa Underworld . Y quizá para marcarse un farol, su director Alan Ball, ficha a la oscarizada Ana Paquin, que abandona su yo pícaro y ultramodernas mechas blancas para meterse en la piel de la enigmática y candorosa Sookie (nombre, por cierto, patrimonio exclusivo del mundo gilmoriano). Sin embargo, no creo equivocarme si juzgo del todo innecesario ese farol. La fama que precede a su director y el subgénero sabrá atraer por si solos a un público fiel y crítico (de todos es sabido, que los vampirófilos, como los hobittófilos o mutantófilos son personas exigentes a quienes no les dan gato por liebre). Esto no quiere decir que Ana Paquin no vaya a convertirse (si no se ha convertido ya) en su personaje MÁS representativo e imprescindible. En la serie, está sacando el arsenal interpretativo que debió sacar en X-Men y que mal aconsejada seguramente no supo aprovechar. Constituye un goce el recorrido de matices por la psique de la camarera telépata: sus momentos iluministas, sus exageradas ruborizaciones, sus gestos de lela, sus sensuales escarceos con los no-muertos/no-vivos. El personaje brilla (aunque también tiene momentos ignominiosos) en medio de ese ambiente sórdido, pero al mismo tiempo entrañable, con su mesa de billar, sus sillones de tapicería desgastada y una cocina repleta de cocineros con pluma y pluriempleo como peón de obra y camareras grimosas y malhumoradas. Y como no podía faltar en una de vámpiros, el sexo se convierte en su mejor baza. De nuevo, Eros y Thanatos se dan cita, esta vez en "Merlotte's". Esperemos que la serie funcione y los vampiros no tengan que volver a sus tumbas durante 200 años más..
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jueves, 20 de noviembre de 2008

Craig, David Craig

Aquellos que mañana esperéis oír la frase ("Bond, James Bond"), no estáis de suerte. La nueva película sobre el espía británico se centrará en la venganza de su protagonista tras dejar a la bella Vesper sumergiéndose para siempre en las frías aguas del canal veneciano, ignorando todos los códigos (casi todos) que ha ido acumulando la saga, especialmente en sus inicios. No habrá en esta nueva entrega ni mítica frase, ni Mony Penny, ni tan siquiera Q y sus gadgets. Sí tenemos la promesa de que se mantendrá el listón alto. Esto supone contar con un guión elaborado y trufado de diálogos ágiles, ácidos y pródigo en frases lapidarias; un protagonista con sus luces y sus sombras; unas escenas de acción trepidantes, vibrantes, pero con un mínimo de credibilidad que no te oblige a espetar "are you fuckin' kidding me, dude?"; unos títulos de créditos con todos los elementos de la serie (música pop, erotismo, figuras y colores psicodélicos, el motivo balístico); una fotografía cuidadísima que resalte cada uno de los escenarios y, por último (que no menos importante), unos secundarios que den la talla: una chica Bond, la número 86, tan interesante como la propia Vesper (vale, esto es casi imposible); malos malísimos con algún rasgo característico (si en Casino Royale eran sus lágrimas de sangre, aquí parece ser un diente de oro -mi abuelo tenía varios-); o a una M en la misma forma física que la dejamos hace tres años atrás (esa dama de la interpretación, Mrs. Dench, garantía de bon faire interpretativo, as usual).
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Esta semana ha sido una sufrida cuenta atrás. Son pocos los que a día de hoy no se han rendido ya al encanto de Mr. Craig. Los puristas del género seguirán empecinados en sus cantinel as habituales: "¿¡Un J.B. rubio y no moreno!?, ¿¡Un J.B. bajito, que no supera el metro setenta!?, ¿¡Un J.B. enamorado, en lugar del típico dandy!?, ¿¡Un J.B. desaliñado tras una pelea y al que le golean en las pelotas!? ¿¡Un J.B. sin un reloj que es bomba, aguja hipodérmica y balsa hinchable si se tercia!?" Pues sí. James Bond-Mr-Craig no es nada de eso y es TODO lo demás. Y ahí radica su enorme éxito. La sorpresa de los escépticos y puristas ya no es más que una nota a pie de página en los anecdotarios de Bond. Por mi parte, prometo igualar el número de veces en el cine con su precedesora (la marca está en 4). No es que todo lo anterior (gadgets; mujeres bellas, pero personajes planos de generosas curvas; trajes impolutos y vestidos de haute couture) esté mal. Pero si la película pretende sostenerse solo con esto, entonces todo cojea alarmantemente y se crea un ambiente rancio por lo recargado y por lo automático de su misma vocación de saga, pero vacío conceptualmente. Mr. Craig representa una ruptura con todo esto. Por ello, ¡gracias!
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martes, 4 de noviembre de 2008

Noni & Friends

Uno de mis placeres culpables es perder el tiempo hojeando las fotos que circulan por internet de mis actrices favoritas. En el caso de Winona Ryder, este placer está más que justificado por su inusitada belleza. ¿A quién se le recriminaría pasar más horas de la cuenta en el Uffizi contemplando la Venus de Botticelli? ¿No está justificada en sí misma la admiración por la belleza femenina? La cuestión es que actualizando mi retina de material fotográfico de Noni he topado con algunas instantaneas curiosas. Por ejemplo, a Noni junto a mi idolatrado Rufus Wainwright:


O Winona con Ginnifer Goodwin:

Esta otra no me sorprende, porque Noni y Christina son buenas amigas desde Mermaids:


Por otra parte, se rumorea que Noni ha iniciado una relación con Keanu Reeves, con quien ha coprotagonizado ya tres películas:

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Y FINALMENTE , la foto del día, perteneciente a otra de mis actrices favoritas, Kate Winslet, explosiva para Vanity Fair:

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psd: URIDU OBAMA!

miércoles, 15 de octubre de 2008

Cheer up, Gale!


Si hace unos días, Ana Torroja y Esther Arroyo tuvieron un aparatoso accidente de coche que acabó con la muerte de unos de los ocupantes; hace unos escasos minutos he recibido una llamada que me informaba de que ayer Gale Harold sufrió un grave accidente de moto. Al parecer, el diagnóstico de ayer no era muy halagüeño, pues no solo se había fracturado el hombro, sino que además su cerebro estaba hinchado por lo que permanace en observación a la espera de si presenta daños cerebrales (no soy estudiante de Medicina, pero no pinta bien esto último...).

Gale Harold ha rodado hasta el episodio 8 de la quinta temporada de Desperate Housewives, donde interpreta a Jackson, el nuevo novio de Susan. Marc Cherry ha declarado que "espera que se recupere del todo". Desde este humilde espacio, nos sumamos a su deseo. ¡Ánimo, Gale!
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viernes, 10 de octubre de 2008

My brainiac girls

Son inteligentes, guapas, algo frikis y responden a mi ideal de la chica perfecta. Ellas son:
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BRENNAN, Temperance. Una brillante antropóloga al cargo de un equipo de excelentes investigadores en el Instituto Jeffersonian que colabora con el agente Booth de la Unidad de Investigaciones de Homicidio del FBI. Además, es escritora de novelas policíacas, tiene un doctorado en algo así como "Modelos de vida alternativa en urbanizaciones residenciales" y ha trabajado en otros países desenterrando cadáveres de guerra, como en el caso de Guatemala. Su apodo es Bones ("Huesos") y le molesta que se dirijan a ella con este nombre. Se pirra por tener una pistola como la de Booth, le encanta llevar bisutería étnica y le han regalado un descapotable que tiene que aparcar en diagonal porque sino se le bolla. Domina el latín (entre otras muchas cosas), pero no sabe quien es Beyoncé o Colin Farrell. Se quedó huérfana a los quince años y durante un tiempo fue acogida por una familia adoptiva. Por ello, es algo brusca en el trato con los demás, no sabe relacionarse ni consigue empatizar con compañeros de trabajo o con las familias de las víctimas.


GILMORE, Rory. Ya en sus años preuniversitarios, nos deleita con sus refinados gustos literarios, hasta el punto de cargar en su mochila XXL con siete u ocho libros distintos para leer durante el trayecto en autobús. Sus años en la prestigiosa y elitista Chilton afianzan una extraña amistad con otra excelente estudiante llamada Paris. Los ataques de ansiedad de Rory antes del período de exámenes y sus capacidad de organización serían la envidia de la encargada de la agenda del mismísimo presidente de EEUU. Por ello, aunque su principal deseo es ser admitida en Harvard y aún pudiendo escoger a que universidad ir, al final se decante por Yale. Allí estudia Periodismo y, pese a un retraso en sus estudios motivado por un novio tonto, acaba la carrera a tiempo para graduarse en el cuarto año con todos los honores. Finalmente, es contratada por un diario online para cubrir la campaña de Obama. Su carácter es una amalgama de la locura heredada de su madre en constante pugna con su naturaleza responsable.

BRISTOW, Sidney. Tras siete años trabajado para lo que ella creía que era una rama secreta de la CIA, finalmente descubre la verdad y se convierte en espía doble para el SD6 y la Agencia. Ha estudiado Literatura en la Universidad y también prepara un doctorado en Historia. Domina como una docena de idiomas, tiene conocimientos de medicina, informática y electrónica y practica el King Boxing. De pequeña, dada su condición de niña superdotada, intervino en un programa estadounidense (más tarde robado por los rusos) para preparar futuros espías. Le gusta salir a correr y el empleo de pelucas variopintas. Sueña con recuperar a su hermana y a su madre y vengarse de Sloane por lo que le hizo a su prometido y a su mejor amiga en el pasado. Su padre y su actual novio trabajan con ella como espías del gobierno.

miércoles, 8 de octubre de 2008

Mothers (and Brothers and Sisters)

Mi familia favorita del momento (lo siento por los Darling, pero los Walter llegaron antes) volvió ayer a sus noches en Cuatro (el horario es de after hour para los que al día siguiente madrugamos...).

Nora, la capitana de ese navío de locos demócratas y republicanos, de bandera multicolor izada en todo lo alto y con sus camarotes repletos de crisis de pareja y enfermos de guerra, lidera al clan como una mandamás sin escrúpulos, cuyos sentimientos filiales pueden ser más peligrosos que una nave en manos de piratas y corsarios. Justin ya ha probado en sus propias carnes que es igual de temible la superprotección de una entregada madre como la recámara cargada del arma de un francotirador iraquí. Kitty también ha sido víctima (no del todo inocente) de esos tempestuosos arrebatos maternales de Nora que poco o nada tienen que envidiar a la furia desatada por la tempestad que azota al Pequod en Moby Dick. Solo Rebecca parece encajar y comprender las necesidades que reclama esa gran ballena blanca, mole aglutinadora de todas las madres crueles y desinteresadas, bondadosas y egoístas, contradictorias como todo lo que proviene de un sentimiento auténtico, y capaz de quebrar el buque insignia de EEUU (aunque su discurso en la entrega de los Emmy se vea cercenado por la piratería censora).

Del resto de personajes, poco merece hablar, pues Nora es el alma de la serie y sus retoños por muy interesantes que nos los pinten, siempre quedarán ensombrecidos por ella. De todos modos, añadiré que en los primeros capítulos, se echa de menos un mayor protagonismo de la genial Holly, quien de momento permanece en un segundo plano como mera comparsa de su hija, de Nora o de Sarah, quien, por cierto, ya se ha alzado como personaje antipático oficial de la serie (Tommy se lleva un año más el galardón al personaje insulso, así como Justin el de insoportable). Afortunadamente, Kitty y Kevin Walker siguen sosteniendo el buen pulso de la temporada pasada. La ambigüedad moral de Rebecca y la sugerencia ¿gay? de Saul (me refiero a esa extraña visita del amigo de mirada penetrante) anuncia buenos presagios, porque me gusta que Rebecca sea un poco Lolita y que los guionistas no insistan en emparejar a Saul con Holly porque no hay quien se lo crea. La vuelta de Scotty también es un factor que hace equilibrar la balanza hacia el lado optimista. Pero ¿por qué los personajes menos interesantes como Tommy o Justin son correspondidos con parejas tan poco interesantes, mientras que Kitty y Kevin tienen parejas prometedoras (en un sentido estrictamente narrativo, por supuesto)? De no ser así, Joe y Julia serían algo más que simples fantasmas que propician quebraderos de cabeza y malhumor a sus respectivas parejas para empezar a vivir su propia vida y conseguir que nos interesaramos un poco más por ellos. El caso de Julia es un claro ejemplo de desperdicio de una buena idea. ¿Estarán sobrados de ellas?
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sábado, 4 de octubre de 2008

5 years ago, there were 5 desperate housewives

El tiempo corre como el viento, hace estragos, pasa de prisa y hasta todo lo cura, pero que bien te sienta si eres una "desesperada". Y es que las vecinas de Wisteria Lane han llegado en plena forma tras cinco años sin saber nada de ellas: Bree ha iniciado una prometedora carrera como autora de libros de cocina, Lynette tiene que hacer frente a unos hijos adolescentes, Gaby ha perdido la seguridad que le producía sentirse una mujer sexy y se está adecuando a la maternidad con Juanita y Celia, y Susan vive secretamente un affaire con un tío más joven que ella, al tiempo que se acostumbra al nuevo rumbo que ha tomado su relación con Mike. Sin embargo, a quien mejor le ha sentado este largo retiro es a Eddie. Además, su inquietante marido parece gozar de un extraño influjo sobre ella. ¿Con qué artes habrá logrado amansar a esta exótica gata de afiladas y ponzoñosas uñas? Lamentablemente, resultan demasiado obvias (o eso creo) las intenciones que han traído a Dave hasta Wisteria Lane. ¿Existe alguna razón para que se de esta obviedad? Sin lugar a dudas, el momento más esperado de la temporada será la reacción de Eddie al verse utilizada y engañada por Dave en su particular venganza.
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No obstante, a pesar todas estas alabanzas a las "desesperadas" y la buena premisa de su salto temporal, el primer capítulo de la nueva temporada acarrea con las desventajas de todo piloto. Debido a este salto que genera dudas sobre que es lo que pasado en este tiempo, Marc Cherry se ve obligado a presentar a sus personajes como si fueran unas desconocidas y, en un primer momento, el espectador incluso puede llegar a creer que no reconoce a esa Gaby desaliñada o a la antaño romántica Susan echando una cana al aire con un yogurín. Pero esto resulta engañoso porque a los pocos minutos uno se da cuenta de que son las mismas "desesperadas" de siempre y entonces la serie recupera su ritmo habitual y las situaciones se tornan reconocibles, aunque Gaby haya cambiado sus Jimmy Choo por unas deportivas: gran momento el de ésta y Juanita y el autobús.

Se rumorea que se producirá una muerte en esta temporada y todos apuntan a que será la de la hijastra de Lynette. Dejadme que haga mi apuesta -y espero equivocarme por la simpatía que me despierta el actor-: Gale Harold morirá a manos de McDonough, aunque aquel no sea su objetivo. Espero equivocarme y que la palme la insoportable primogénita de los Scavo. De momento, intuyo una agonizante trayectoria para Harold dentro de la serie.
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martes, 30 de septiembre de 2008

Some ideas... around the TV

- Lo he visto. Sí. Brothers & Sisters regresa el próximo martes para ocupar el hueco que nos deje la cuarta temporada de Grey's Anatomy (convivirán durante unas semanas, hasta que ésta acabe, supongo). Gran momento el de Kevin, Nora , la barra de un bar y El pájaro espino.
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- Apoyo y aplaudo el modo en que algunos programas de La Sexta (en especial SLQH) han respondido a la sentencia que les prohibía seguir emitiendo imágenes de Telecirco. Aunque algunos consideren "cansina" su reacción, no hay mejor respuesta que la que se reviste de sentido del humor. Agudo, desbordante y, sí, continuo sentido del humor.
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- Dirty Sexy Money está bien. Los actores son estupendos (la mayor parte de ellos) y la relación que se establece entre ellos promete buenos momentos, pero me preocupa que la ostentosa fortuna de los Darling y la superficialidad de su estridente y problemático modus vivendi sea un biombo que esconda tras de sí el nadismo de una trama sin mayor trasfondo que los lugares comunes tan transitados por series del género como Dallas, Dinastia o, ¿por qué no?, Herederos.
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- ¿Alguién ha conseguido el primer capítulo de la quinta temporada de Desperate Housewives? Cualquier información que lleve a su paradero sería de agradecer.
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viernes, 26 de septiembre de 2008

Christian, the lion

Rendall y Bourke cuidaron de su cachorro de león en una carpintería de Inglaterra hasta que éste creció y los cuidados que el animal precisaba se convirtieron en un obstáculo para la convivencia, por lo que comprendieron que Christian no podía seguir viviendo con ellos. Bill Travers, un actor y activista por los derechos de los animales, y Virginia McKenna conocieron a Christian y pusieron en contacto a los dos amigos con uno de los fundadores del Kora National Park de Kenya para tratar de reintegrarlo en la reserva. Un año después de la separación, los dos amigos viajaron a África para reencontrarse con su león. El vídeo comienza con unas fotos de Rendall, Bourke y Christian en Inglaterra y a continuación viene el vídeo del reencuentro. No os extrañéis si aquellos que os gustan los animales acabáis con la vista nublada por tener los ojos anegados en lágrimas.