En mi semana más apática del año -quien me conoce y padece sistemáticamente mi natural facundia puede suscribir mis palabras- y tan contraria a mi idiosincracia, me entrego al barrosquismo de Rufus Wainwright y Oscar Wilde o a la superficialidad del easy listening de los sixties y Guille Milkiway o Astrid. Un casual lector me insinua que hable un poco de mi vida, pero yo umbralesco hasta la médula, manipulo a conciencia mi vida secreta. Aquí entrego varias entradas de mi particular y variopinto diccionario:
.
Animalista: si fuera un comprometido animalista que no sale a manifestarse en contra de la película de Almodóbar -hago referencia a la reacción antitaurina que despertó Hable con ella-, tampoco me limitaría a propagar emails en cadena que hacen circular imágenes brutales con las barbaries a las que son sometidas estos animales y escogería un himno en el que se respaldase mi ideología (las ideologías se refuerzan y reblandecen a la vez con la música) para un categórico: "¡NO A LOS TOREROS!". Aquí va la canción que yo escogería para denunciar el maltrato animal porque la letra pone de relieve mi actitud ante tal práctica: mi incomprensión.
Loco por: las rubias pizpiretas como Patricia Conde, Cameron Díaz, Brigitte Bardot, Marisol, María Estévez -¡las melenas áureas también pueden albergar mordaces y brillantes seseras!-; por las morenas del establishment hollywodiense, pero agraviadas por la prensa amarilla y la crítica más resistente a la benevolencia tales como las paradigmáticas Winona Ryder o Pe Cruz- y las no agraviadas como Natalie Portman o Anne Hathaway-; por las morenas y pizpiretas ficticias como Lorelai y Rori Gilmore; por los fabulous actores británicos como Christian Bale, Ewan McGregor, Daniel Craig o Gerard Butler; por estos veteranos británicos como Ian McKellen, Liam Nesson, Sean Connery o el irlandés Peter O'Toole; por las futuribles divas del panorama escénico en Broadway como Sutton Foster o Idina Menzel.
.
Amante de la estética retro: jerseys de cuello vuelto, corbatas estrechas, holgadas camisetas de series y grupos musicales de los ochenta, chalecos, jerseys de tweed, chaquetas teddy de universitario (moi y sus ínfulas de niño yanqui tiene una), pantalones acampanados, pantalones de pitillos, botones enormes en abrigos enormes...
.