Hace un par de días, un señor de la tele hablaba de su tesis sobre el amor -que por la edad del señor, la tesis debe estar cogiendo polvo en el estante de alguna ignota biblioteca- y comentaba que, al contrario de lo que habitualmente se cree, el éxito en las relaciones amorosas está no en la búsqueda de la media naranja, sino del alma gemela. ¡Vaya faena para Platón!
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El hombre, si bien está capacitado para vivir en soledad - una constante en nuestra vida, por otra parte-, siente una inclinación natural por la búsqueda de la compañía y, entiéndase aquí compañía por la que te ofrece aquel o aquella por el(la) que sientes pasión, deseo de compromiso y vínculo altruista motivado por aficiones y gustos en común. Y con la proximidad de las fechas navideñas esta necesidad de pareja se agudiza irremediablemente.
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Aquí va una versión de "Somebody to Love":
2 comentarios:
Y yo creía que mi media naranja era mi alma gemela...
No me queda muy claro que es lo que quiere decir "media naranja": ¿alguien que te complemente?¿alguien que sea justamente lo opuesto a ti?
Para mí que, para que haya amor, no solo basta con que sea tu alma gemela, se necesita (como dirían Héroes...)la chispa adecuada que lo haga surgir.
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