Quizás su faceta literaria era la menos conocida, pero Fernando Fernán Gómez fue también escritor y guionista. Algunas de sus obras más alabadas son El viaje a ninguna parte, La Puerta del Sol y Las bicicletas son para el verano que serían llevadas al cine. El veterano actor fue además miembro de la Real Academia Española donde ocupaba el sillón B, entre el lexicógrafo y crítico literario, Vicente García de Diego, y el escritor Luis Goytisolo Gay. Este grande de la escena y el celuloide español reunió a lo largo de su vida más galardones que ningún otro actor. Esta semana dejaba la pluma y la cámara para siempre, pero no lo hacía sólo. El catalanísimo -y que me perdonen los valencianos- Francesc Candel, "el escritor del proletariado", moría ayer también. Ese "otro" vecino de profética barba y pluma mojada en la posguerra de la clase trabajadora deja de pasear por las calles de aquel barrio al que una vez le prestó su voz -o su pluma- y le sirvió de transcriptor. Solo nos quedan obras tales como Han matado un hombre, han roto un paisaje, Donde la ciudad cambia de nombre o Els altres catalans para revivirlo una y otra vez más. 
1 comentario:
Si te digo la verdad, no he visto ninguna de sus pelis ni he leído nada suyo...:S
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