jueves, 6 de septiembre de 2007

The advantage of being Albert

En un principio pensé en dedicar este post a mi venerado Marlango -, pero, hoy, mientras enfilaba el paseo, cambié de opinión - por lo que creo que me limitaré a colgar el vídeo de su último single y a dejar para más adelante el post marlanganesco-.

La importancia de llamarse Albert radica en que encabezas un porcentaje muy alto de agendas de móvil. Este hecho que a simple vista puede paracer insignificante reporta un montón de ventajas. Por ejemplo, recuerdo que hace cinco años, a una amiga se le aostumbraban a disparar las teclas de su móvil con la catastrófica consecuencia que me hacía espontáneas llamadas de teléfono o me dejaba "interesantes" mensajes de voz en el buzón. Por suerte para ella, estos hechos se limitaban a registrar conversaciones de lo más banales o, como esa vez, en que se grabó casi media hora de un western que debían estar viendo en ese momento en su casa. Pero, ¿imagínense que en ese momento se están comentando suculentos y escabrosos detalles de algún conocido? Sería como si trabajase en "DirtNow" -lo que me recuerda que tengo capítulos que ver de la serie...-. No obstante, hay más. ¿Cuántas veces te has lamentado de lo poco que se acuerdan tus amigos de ti no enviándote ni un simple meme ni haciéndote una poco costosa perdida? A mí eso nunca me ocurre. Como os expliqué antes, me encontraba caminando por el paseo, cuando cambié de opinión sobre el tema de hoy. ¿Y por qué cambiar de tema? Bueno, pues mientras paseaba, he recibido tres mensajes de un pariente, sólo que éstos, o bien no tenían sentido, o bien estaban vacíos. Me dije al oír el pitido que indicaba que me estaban llegando mensajes al móvil: "Alguien quiere decirme algo...". Iluso de mí. La hija de dos años de este pariente había estado jugueteando con el móvil de su madre y había estado enviando mensajes a diestro y siniestro a mi móvil. Otra ventaja más de llamarse Albert. Y aquí viene la ventaja que tiene la particularidad de ser ventaja para tus conocidos pero no para ti. Cuando un amigo tuyo extravía el móvil en tierras madrileñas, ¿a quién narices llaman y te explican una historia que al principio no tiene ni pies ni cabeza y que te hace dejarte la sesera pensando qué amigo o amiga se ha ido de vacaciones fuera? Pues al que encabeza la lista de la agenda. En fin, puede que esto no sea más que una rayada, pero si bien me alegro de llamarme Albert, me alegro aún más de que mis padres no me pusieran Adrià, Adolfo, Agustino o Aladino (que también existe en el mundo árabe...). ¿Os imagináis la activa vida telefónica que deben llevar los Aarones o Aladinos?

2 comentarios:

Elsa dijo...

Echo en falta a Ybarra y su trompeta en esta canción (¿hold me tight?). Aunque esta canción no esta a la altura de Pequeño Vals, en mi opinión, me ha encantado el videoclip y Leonor también :)

Anónimo dijo...

Com a una de les persones que et té als primers llocs de l'Agenda telefònica, se n'alegra de el primer nom "Al" siguis tu!

Merci un altre cop per salvar-me a la vida a Madrid!
Petons! Ens veiem aviat!

XOS