Mis padres me inculcaron desde mucho antes de mis años imberbes un amor fervoroso por el Séptimo Arte. Antes de cumplir un año y aprovechándose de que nunca he sido un niño excesivamente movido, ya me llevaban con ellos a ver películas de todos los géneros y metrajes. No había película de ciencia-ficción, suspense o terror que me amedrentara ni comedia o peli de acción que me perdiera. Además, mis padres se nutrieron durante sus primeros quince años de casados con una buena videoteca que íbamos acrecentado semana a semana con nuevos títulos. De esta manera, no sólo veía con ellos los últimos estrenos por todas las salas de Barcelona -entonces los complejos multicines, mucho más impersonales y carentes de encanto no existían con la proliferación de ahora-, sino que además durante los fines de semana disfrutaba de los clásicos de Elia Kazan, George Cukor o John Ford (por su parte, mi tía Tessie me daría a conocer a Polanski y Hitchcok los días que me debajan quedarme a dormir en su "casita de papel"). Sin embargo, de todos los pequeños géneros en declive que, sin embargo, mis jóvenes padres me dieron a conocer, uno se arraigó en mí con una fuerza inusitada. Lo que no consiguieron ni el spaggheti western y sus fantásticas bandas sonoras de Ennio Morricone ni el espectacular cine épico, lo logró el género musical. Mi padre me ponía a los siete u ochos años West Side Story, Hair, las películas de Fred Astaire y Ginger Rogers y las bandas sonoras de Jesuchrist Superstar y An American in Paris, mientras que mi madre, con unos gustos mucho más sentimentaloides, se encargaba de instruirme en películas como The King and I, The Sound of Music, Seven Brides for Seven Brothers o The Fiddler of the Roof.
Hoy ha estado lloviendo todo el día. Las gotas arremetían en su tangencialidad contra los fríos cristales de mi habitación. Aunque no me entristece la lluvia -al contrario- ni tampoco me produce terror que se desaten tormetas eléctricas o que un violento granizo martillee peligrosamente los vidrios, me han venido a la memoria algunas de las escenas musicales que me ponen de buen (o mejor) humor en los días y en las noches de lluvia. Todo lo engorroso que tiene el mojarse en los días de invierno (o en los días de primavera con visos aún de invierno), o toda la crudeza de pasar frío a causa de un viento que pone sobre sus hombros a la persistente lluvia, desaparece cuando te encuentras en casa y piensas en lo que fraulein Maria dice a los niños Von Trapp: "piensa en cosas agradables".
A continuación voy a colgar algunos vídeos de los momentos musicales que suelen mejorar mi humor. El primero es precisamente la canción My favourite things:
Un divertidísimo vídeo donde Tigrilla y los indios bailan al ritmo del tam-tam:
Put On Your Sundays Clothes de Hello Dolly!, cuando Barbra Streisand no había pasado aún por Nip/Tuck:
Leslie Caron como Gigi y una copa de champain:
Rita Moreno en America. Me encanta el inglés de estos niuricans (new yorkers+Puerto Ricans, lo he estudiado hoy en clase):
El trío de Good Morning (atención a la mamá de Grace (Will&Grace) y a la mamá de la princesa Leia (ya en el plano real)):
La genial I'd Rather Be Blue en Funny Face de Barbra (mi prima Anna se la pone a todo trapo en el coche):
La eeeenergy del principio de A chorus line:
¡Otro día más (aunque no mejor)!
Un divertidísimo vídeo donde Tigrilla y los indios bailan al ritmo del tam-tam:
Put On Your Sundays Clothes de Hello Dolly!, cuando Barbra Streisand no había pasado aún por Nip/Tuck:
Leslie Caron como Gigi y una copa de champain:
Rita Moreno en America. Me encanta el inglés de estos niuricans (new yorkers+Puerto Ricans, lo he estudiado hoy en clase):
El trío de Good Morning (atención a la mamá de Grace (Will&Grace) y a la mamá de la princesa Leia (ya en el plano real)):
La genial I'd Rather Be Blue en Funny Face de Barbra (mi prima Anna se la pone a todo trapo en el coche):
La eeeenergy del principio de A chorus line:
¡Otro día más (aunque no mejor)!
9 comentarios:
Ainss me encanta Sonrisas y Lágrimas, ahora me voy a pasar lo que queda del día tarareando sus canciones...
Hellooooooooooo Dolly. Me encanta. Me sabe mal que la gente discrimine la canción porque sale Barbra (quan justament un dia d'aquests va donar CINC milions de dòlars a un hospital, em sembla).
Per cert, si estaves a Barcelona com jo, a més de ploure, també ha caigut calamarsa.
I de quina universitat has arribat?
Que rabia que desde aquí no tengo sonido.
En cuanto a la lluvia, mejor que llueva que llueva!!
pd: tienes "algo" en mi blog
A mí también me encanta Sonrisas y Lágrimas. Cuando era pequeño la veía en mi casa con mis padres y siempre acabábamos llorando a moco tendido. Qué tiempos, oye! :P
Por cierto, Virginia el otro día me encantó. Ya es una de mis grandes favoritas junto a Manu y Anabel. Risto estuvo genial con ella, ojalá fuera así con todo el mundo -excepto con la petarda de Esther, que de verdad no sé qué coño hace dentro de la academia-.
Veo que la película musical que más triunfa todavía hoy es "Sonrisas y lágrimas". Un poco sentimentaloide, pero tiene unas partituras bellísimas y Julie Andrews y Christopher Plummer alcanzan la categoría de mito en esta peli. MARIA es casi un icono.
Critico en serie: Venia de la Universitat de Barcelona, de la Central, situada (com sabràs) a Plaça Universitat.
Doncs segur que ens hem creuat més d'un cop i no ho sabem. Cada dia hi passo, com a mínim, dues vegades per davant. ;)
Hi passo per davant. que no vol dir que hi entri. això evidencia bastant què faig per allà. no?
(i quina ràbia em fa no poder llegir el teu últim post...)
No està malament, no, l'ús del blogspot com a MSN Messenger. Clar que allà tot queda en privat, i aquí tot es converteix en domini públic...
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