martes, 22 de abril de 2008

Now I'm one of You


Tras casi cuatro meses de evitar spoilers de la cuarta temporada de Lost, hoy puedo decir que soy uno más de vosotros y que ya no tengo miedo a leer vuestros posts: ¡mañana empiezo a seguir las andaduras de los losties a ritmo U-S-A!


Como todos (o quizá solo algunos) sabréis, el viernes pasado salió publicado un artículo titulado "De Perdidos al río (por cuarta vez)" en el EP3 sobre nuestros andrajosos, pero heroicos amigos. Al final de éste, se incluían dos pequeñas secciones firmadas por otro periodista. Como la clasificación de fans que proponía me pareció no carente de cierta verdad y, por descontado, divertida, os la transcribo para que cada uno de vosotros, podáis definiros -estoy seguro que algunos, como a mí, se sentirán como una combinación de dos o tres categorías distintas-:


El planeta está repartido entre los que nunca han visto Lost y todos los demás. Los fanáticos, a su vez, se dividen en ocho razas. ¿A cuál perteneces tú?


1. El desentendido. Grupo minoritario que ve los capítulos un poco por TVE y otro poco por cable, sin atender a la cronología natural. Es una raza que nunca sabe si primero cayó el avión y después Hugo se hizo millonario, o al revés.


2. El ansioso. Ve los episodios por Internet porque no aguanta la espera. Primero en inglés, a las cuatro horas ve el episodio de nuevo con subtítulos en portugués y, mientras tanto, va haciendo refresh hasta que en su ordenador aparece el subtítulo en español.


3. El memorioso. Extendida raza que promete no seguir viendo la serie hasta que desvelen qué demonios hacía un oso polar en una isla del Pacífico.


4. El bibliotecario. Especie que nunca antes había tocado un libro y, gracia a las referecnias de Lost, ya ha devorado 12 volúmenes de filosofía, 4 novelas cortas de Dickens, la obra completa de Stevenson y el Contrato social de Rousseau.


5. El desencantado. Vio la primera temporada boquiabierto y en la segunda empezó a perder la fe: demasiada preguntas sin respuestas, demasiado freak alrededor del éxito. Ahora odia Lost y adora 24.


6. El crédulo. No le importa el hilo narrativo, nii los misterios sin respuesta. Es amante incondicional, y si en el próximo episodio todos los náufragos aparecen en el planeta Urano con el pelo platino y recitan a Shakespeare, no pasa nada: todo tiene su porqué.


7. El "conspiranoide". Extravagante grupo que dice haber visto al menos un cruce de tramas en cada episodio. No le alcanza con haber descubierto la cara de Walt en una caja de leche Dharma, o un vídeo de Sayid en medio de una flash-back de Hugo. También asegura haber visto a Kate besando a Fiti en un capítulo de Los Serrano.


8. El jesuita. Sólo tiene vida para pregonar sobre Lost al que nunca la vio. Te la graban sin preguntar, te envían fondos de pantalla y, si aún así no logran convertirte, te encierran un fin de semana para pasarte la primera temporada completa.

Casciari, Hernán. "Las razas de Perdidos" (XVIII/IV/MMVIII) El País, Número 151, pp. 10-12.

Yo soy un híbrido entre "el ansioso" y "el jesuita" (aunque creo que todos tenemos algo de jesuita cuando se refiere a series de televisión...). ¿Y TÚ qué eres?


1 comentario:

Marta dijo...

Pues yo me decanto por

El desencantado. Vio la primera temporada boquiabierto y en la segunda empezó a perder la fe: demasiada preguntas sin respuestas, demasiado freak alrededor del éxito. Ahora odia Lost.

Salvo por lo de 24 (y por eso lo he quitado, no la he visto ni tengo intención, solo hay una espia en el mundo y es Sydney Bristow, me niego a ver al sucedáneo de Jack Bauer)

Y si, bueno algo de Jesuita también tengo, aunque en proporciones más pequeñas y también hago el ejercicio contrario cuando una serie me acaba pareciendo un peñazo (como la 2a de Lost o la 3a de Prison Break, hago fuerza para que mis amigos dejen de verla xDDD)