Las 13 rosas/Is Youtube on the right?

Carmen Barrero Aguado
Martina Barroso García
Blanca Brisac Vázquez
Pilar Bueno Ibáñez
Julia Conesa Conesa
Adelina García Casillas
Elena Gil Olaya
Virtudes González García
Ana López Gallego
Joaquina López Laffite
Dionisia Manzanero Salas
Victoria Muñoz García
Luisa Rodríguez de la Fuente

Estas 13 jóvenes -siete de las cuales no habían alcanzado aún la mayoría de edad, fijada a los veintiuno en esa época- fueron fusiladas por la represión franquista en la madrugada del 5 de agosto de 1939. Su trágico final estuvo precedido por el asesinato horas antes de los 43 hombres procesados en juicio sumario junto con ellas y entre los cuales, se encontraban algunos de sus maridos, novios y compañeros militantes. Debido a la juventud de estas víctimas de la guerra pasaron a la historia con el nombre colectivo de "las trece rosas".

Con atinado tacto y gran lirismo en algunas de sus escenas Emilio Martínez Lázaro, asesorado por el periodista Carlos Fonseca que en el 2004 publicó un documentadísimo y largamente embrionado libro no ficcional sobre este episodio cruento titulado Trece rosas rojas, nos habla -a veces por boca de sus propias protagonistas y a través de sus cartas- del heroismo de una juventud que luchó por unos ideales y unos valores intrínsecos en el ser humano como son -o deberían ser- la libertad y la justicia. Excepto el caso del matrimonio Enrique García y Blanca Brisac -una interpretación sobria, casi perfecta en el sentido francés del término, de Asier Etxeandía y Pilar López de Ayala, dos actores en continuo y justificado ascenso- que se vieron involucrados por una serie de funestas casualidades, las demás fueron enjuiciadas por su labor propagandística o por su simpatía o afiliación a las Juventudes Socialistas Unificadas. El bando revolucionario, ya en el poder, ocupando un trono ilegítimo, vió un peligro real y alarmante en el reorganización de las JSU y persiguió a los pocos militantes que quedaban en España, aquellos que no estaban en el exilio: jóvenes y mujeres.

De entre ese grupo uniforme de muchachas que muestra la película, resaltan por su individualidad: la antes mencionada Blanca Brisac y Carmen, la luchadora infatigable de quince años, que no pierde de vista nunca su propósito, interpretada con gran vitalidad por Nadia de Santiago (que curiosamente también tiene quince años y un carrerón en la televisión con importantes participaciones en Javier ya no vive solo, Al filo de la ley o Cambio de clase, amén de otras muchas series). La prometedora y talentosa Marta Etura encarna a Virtudes y, en mi opinión, se lleva algunos de los mejores planos del filme. Verónica Sánchez parece que le sienta mejor el cine que la televisión y nos deleita con su belleza, así como Gabriella Pession -que estoy investigando si fue doblada o no, porque de no serlo, me ha seducido su voz-, en los papeles de Julia y Adelina, respectivamente. El reparto se completa de forma magnífica con Goya Toledo, Natalia Menéndez (La casa de tus líos para los olvidadizos...), Secun de la Rosa, Adriano Giannini (espléndida actuación), Fran Perea, Félix Gómez, la querida Luisa Martín, Barbara Lennie y Teresa Hurtado de Ory (las chicas de Cuenta atrás), el veterano José Manuel Cervino, Alberto Ferreiro, Enrico Lo Verso y ¡ay! una terrorífica Leticia Sabater... ¡Ah! Y a la simpaticona Alba Alonso... (Compañeros)

Sin caer en maquiavelismos, el filme de de Martínez-Lázaro representa los abusos y vejaciones de los interrogatorios y las durísimas represalias del franquismo, pero también los radicalismos de algunos republicanos que insensatamente armados cometieron iguales barbaries. Una de estas barbaries perpetradas por maquis es el detonante de la temprana escisión de las trece rosas. Fueron acusadas por adhesión a las JSU y de querer alterar el orden y de planear un atentado al Generalísimo.

psd: ¡La música es de lo mejorcito de la película!

Segundo tema:

Sin intención de que lo primero sirva a lo segundo -escogí esta película en lugar del biopic de Jane Austen porque tengo un examen de literatura de la posguerra, por eso y porque el reparto y el director prometían, me pareció buena idea verla y la comento-, estoy algo inquieto. Hoy he introducido "PSOE" en el buscador del youtube por curiosidad y sólo habían vídeos creados para el descrédito del socialismo por parte de los partidos de derechas. Una oyente de la Cope y su locutor hacían explícito su disconformidad con las leyes aprobadas a favor de los matrimonios homosexuales alegando detrimiento en la sanidad. Esto no importaría sino fuera porque la mujer lo hacía en términos muy ofensivos. En una encuesta telefónica que me realizaron hace un mes, expresé mi conformidad de que Sanidad proporcione odontología gratis a niños menores de quince años y me parece adecuado que se haga extensible para los ancianos. Así que me pregunto qué relación guarda para la señora el que un anciano pueda ponerse una dentadura postiza gratis y el que una mujer que desea casarse con otra mujer, lo pueda hacer. Lo primero es una iniciativa con beneficios para aquellos que no llegan a final de mes, lo segundo es un derecho del ser humano.

También he visto otro vídeo donde se comparaba los socialistas con monos y, entre otras cosas, también por defender los derechos de los homosexuales. Es todo tan retrógrado que produce náuseas. Por cierto, también me manifesté en contra de la inflación inmobiliaria. Si bien, puede ser verdad que ésta haya aumentado en un 33% en los últimos años, prefiero tenerme que volver a manifestar por una vivienda digna en un gobierno de izquierdas a tener que hacerlo para expresar mi renuncia a la guerra y llorar la muerte de centenares de hombres. Entre los dos males actuales, me quedo con el primero indudablemente. Además, no se puede pretender que un gobierno resuelva inmediatamente y de forma eficaz, sin ningún fallo, todos los problemas de la sociedad. Es pretencioso. Y si Zapatero y su partido no cumplen su programa, entonces para eso estamos nosotros. Para reivindicarnos y no para aceptar las cosas y confiar ciegamente en que llegue un líder mesiánico que nos libere de todas nuestras penas. Obliguemos a que cumplan su palabra.

Todo esto viene debido a mi reciente temor a que un partido de derechas gane las próximas elecciones. Las personas tendemos a olvidarnos del pasado demasiado deprisa y a magnificar el estado actual de las cosas. La derecha actual está adoptando una actitud tremendista, casi apocalíptica, como hicieron antes del golpe de estado de 1936, infundando miedo y alertando a la población frente a una expansión comunista. Ahora no hay peligro rojo, pero resguardándose en el problema del desmembramiento de España, están intentando propiciar un clima parecido que les lleve a arrasar en las urnas.